ARTÍCULO: ADRIANO SILVA – MERCER MÉXICO

Adriano Silva

Director de M&A 
Mercer México

 

El lado “Jedi” de RH en los procesos de Fusiones y Adquisiciones

Llamo “Jedi” a los equipos involucrados en un proceso de M&A que lograron, a través de su sabiduría y experiencia, generar el mayor retorno para la ecuación: Inversión en tiempo y costos de la transacción pre-deal vs. logro de los mayores retornos financieros, captura de sinergias y creación de valor mediante el capital humano durante la integración de los negocios, evitando así los fracasos, tanto en sus valuaciones como en la retención del talento

Para empezar, hagamos tres preguntas para saber si estamos listos para discutir este tema:

  • ¿Qué relación hay entre el costo de la compensación y la valuación del negocio?
  • ¿Cuáles son algunas de las prácticas para la retención del talento y ejecutivos?
  • ¿Puede la relación ventas por empleados decirnos algo sobre la creación de valor?

Antes de analizar más a fondo sobre la importancia de Recursos Humanos (RH) en los M&A, vamos a reflexionar un poco acerca de lo que podemos esperar para México este año. En 2016, de acuerdo a los datos de TTR, se registraron 314 transacciones, de las cuales 165 tuvieron un valor non-confidencial de US $29.51BN, que directamente extrapolados, representaron aproximadamente 5.9% del Producto Interno Bruto (PIB) nacional, comparado con 8.1% de Estados Unidos en ese año.

Dado los datos de las transacciones realizadas en el primer semestre de 2017, observamos un escenario estable en el número de éstas, pero no necesariamente en los montos, por la incertidumbre del peso mexicano a principios de año, sumado a un incremento en las tasas de interés que ha castigado significativamente las valuaciones; sin embargo, si asumimos que la mitad del deal-flow generado para México en el primer semestre, ya representa el doble del número de transacciones para este periodo y sumando a éstas algunas grandes oportunidades en el sector de Oil&Gas, que pueden empezar a darse ya en los segundos seis meses de 2017, podemos esperar un crecimiento de 3 a 6% en el número de transacciones, dependiendo  de la política monetaria y coyuntura económica que podrían reflejar una tendencia de mejora en los montos de éstas.

Ahora sí, platicando un poco sobre cómo capturar esas oportunidades y lograr un proceso robusto donde podamos  asegurar y crecer el valor a través del capital humano, tratemos desde una óptica financiera entender cuánto representan los costos de compensaciones (salarios más beneficios) del ‘Estado de Resultado’ (P&L, por sus siglas en inglés) de las empresas mexicanas, después de analizar 50 firmas enlistadas en la Bolsa Mexicana de Valores (BMV) y 47 bancos, donde básicamente podemos concluir (gráfica 1) que la relación Costo de Compensaciones vs Margen de Utilidad de Operación en el promedio de las compañías analizadas fue de 1 para 1, lo cual significa que si nos equivocamos en 5% en los supuestos de esos costos estamos impactando la base para la valuación de los negocios en los mismos 5%. En sectores como tecnología, los costos de compensación aún cobran mayor importancia y pueden llegar a representar hasta un 60% o más del costo total de operación.

Para los responsables y/o involucrados en un proceso de M&A, explicaré de manera general cómo este componente de compensaciones se relaciona con las otras etapas del proceso, tanto de supuestos financieros, retorno y métodos de valuación, legales y estructura y/o mecanismos de pagos entre comprador y vendedor, antes de que podamos discutir las prácticas para retención del talento y ejecutivos:

Considerando entonces nuestro entendimiento básico  sobre el impacto y las correlaciones con el costo de compensación, de manera que podamos llegar a contestar la segunda pregunta, cuestionémonos ¿cuáles son entonces las prácticas aplicadas en los procesos de M&A para retención de sus talentos?

En un estudio global sobre este tema, que realizó la consultora en RH Mercer en 2017, se llegó a los siguientes resultados:

Tres prácticas de personas que impulsan el valor de transacción

  • Involucrar a la fuerza laboral a través del evento de integración;
  • Gestión de la transacción para retener a los mejores talentos;
  • Alinear recompensas con comportamientos;

Razones por las que los empleadores ofrecen bonos de retención

  • Seguro para el acuerdo;
  • Valor de transacción de unidad.
  • 71% Las transacciones incluyeron un bono de retención

Elegibilidad para retención

  • 65% Director General y Alta Dirección
  • 70% Crítico para la integración
  • 35% Otros empleados

Diseño del programa – condiciones de pago:

Finalmente, analizando las gráficas de abajo, preparadas con base al promedio de 250 empresas del ‘Ranking Expansión 500 más importantes de 2017’, podemos concluir que independiente del sector, sean más automatizados o menos automatizados tecnológicamente hablando, se pueden obtener ganancias de escala, productividad y valor si lo miramos desde la perspectiva de generación de ingresos por empleado.

 

Así que mi recomendación para que podamos generar equipos con una cultura “Jedi” de M&A, es que tanto las organizaciones, asesores, despachos y fondos de inversión que están involucrados en esos procesos, donde de alguna manera puedan cuidar de dichos temas de capital humano (como la retención de talentos claves, ganancias de escala, productividad y modelos de valuación eficaces, más allá de los números, trámites legales y fiscales), deberían ejecutar un Due-Diligence de RH en una etapa temprana del proceso.

ENTREVISTA: ÍÑIGO DEL VAL – ALLEN & OVERY ESPAÑA

Socio en 
Allen & Overy España

¿Cómo definiría usted la situación del mercado de fusiones y adquisiciones español en el ecuador de 2017? ¿Podemos hablar de valoración positiva?

Desde luego. Motivado por factores ya conocidos como la alta liquidez y el acceso al crédito, el mercado está muy activo. Los inversores tienen más problemas para encontrar activos que para encontrar recursos financieros y eso está haciendo que la competencia por los activos de mayor calidad sea muy alta. Hemos visto muchos procesos competitivos, aunque no siempre se han cerrado las operaciones (como por ejemplo el proceso de subasta de Redexis).

Algo que se puede mencionar de este ejercicio es el mayor número de deals grandes. En España es habitual que haya al año entre 6 y 10 deals por encima de los 500 millones de EV; sin embargo, este año el número de deals por encima de esas magnitudes puede acabar siendo sustancialmente mayor. Los sectores en los que se están produciendo estos deals están bastante localizados: infraestructuras, energía y en menor medida, el sector financiero.

Uno de los segmentos de mercado en los que usted cuenta con experiencia es el de private equity, que por el momento está experimentando una tendencia positiva respecto al año pasado. ¿Cree que este momento dulce es coyuntural o se ha alcanzado una madurez manifiesta en dicho mercado?

Como he señalado antes, el éxito en el fund raising de muchos fondos, el acceso al crédito y el número de players en el páis (con presencia propia o desde otros centros financieros) hace que el sector se mueva mucho y sea muy competitivo. No sé si se puede hablar de madurez pero sí de un mercado amplio, sano y con mucha capacidad de inversión.

Ha participado usted precisamente en una de las operaciones de private equity más relevantes del año, como es el secondary buyout en el que la francesa PAI Partners adquiere SARquavitae, gestora española de residencias para mayores. Por criterios de cantidad y tamaño puede decirse que en los últimos años ha existido un interés notorio por parte de inversores extranjeros en empresas españolas del sector salud. ¿Qué motiva este interés? ¿Cree que veremos más transacciones relevantes en este sector a corto o medio plazo?

Por el tipo de activo son operaciones de gran tamaño que atraen mucha atención. El sector de salud en España es sano, sofisticado, desarrollado y atrae inversores porque tiene capacidad de crecimiento, pero no creo que sea el sector donde más operaciones se realicen. Como he comentado los sectores de infraestructuras y energía son los más activos en el tramo alto de valor de las operaciones.

Otra de las operaciones en las que ha participado en 2017, la adquisición de un 20% de CLH por parte de Macquarie Group, nos introduce otro sector que continúa siendo muy dinámico en el mercado de fusiones y adquisiciones español: el de petróleo y gas. ¿Cree que la apuesta de inversores por este sector se mantendrá en los próximos años o habrá un viraje radical hacia el sector, ya presente y consolidado, de las energías renovables?

Infraestructuras siempre será un sector activo en M&A en España; ya sea de consolidación como de inversión oportunista; siempre que se mantenga un marco regulatorio estable y racional. En un marco regulatorio estable, son inversiones de menor riesgo y menor retorno pero que dan respuesta a un gran número de inversores, tanto institucionales de forma independiente como a través de fondos más estructurados.

Como bien señalan, el sector de las energías renovables es un sector consolidado. Tenemos grandes empresas en este ámbito con tecnología mundialmente reconocida y España, por diferentes motivos, tiene una oportunidad única de consolidarse como un líder mundial en este sector. De nuevo, un marco regulatorio estable y racional serán fundamentales para acometer ese objetivo.

Por último, también se incluye usted en el equipo que ha asesorado a Lone Star en la salida a Bolsa de la promotora inmobiliaria española Neinor Homes. Aunque son más frecuentes en el Mercado Alternativo Bursátil, muchas empresas del sector inmobiliario están optando por cotizar en Bolsa, y otras muchas se lo plantean. ¿Por qué este auge de cotizadas inmobiliarias? ¿Cree que este sector tiene margen para crecer sin cometer errores que aún podríamos definir como presentes, o podríamos estar más cerca de lo que pensamos de una nueva burbuja inmobiliaria?

Esta es una muy buena pregunta. En mi opinión debemos diferenciar el sector inmobiliario del constructor. Todas las empresas que vemos saliendo a bolsa (sea el MAB o no) son sociedades de tenencia y gestión de inmuebles no constructoras. Estar en bolsa implica unas obligaciones de transparencia y control que una sociedad no cotizada no tiene; si estamos ante una nueva burbuja, no lo sé, pero creo que estando parte del sector sometido a la regulación del mercado de capitales podría, quizás, atenuar o avanzar la misma si existiera.

¿Qué cree usted que depara al mercado transaccional español en la segunda mitad de 2017?

Creo que seguirá igual de activo. Veremos como muchas de las operaciones que se están estudiando se cierran y otras comenzarán a analizarse. Es el fruto de la existencia de fondos para invertir. Todo dependerá de que se encuentren los activos idóneos y de que la situación política y regulatoria sea estable.

ENTREVISTA: MARÍA PILAR GARCÍA GUIJARRO – WATSON, FARLEY & WILLIAMS ESPAÑA

Managing Partner en 
Watson, Farley & Williams España

 

¿Cómo definiría la marcha del mercado transaccional español en estos primeros cinco meses del año? ¿Cree que 2017 puede superar los registros de 2016?

Durante estos cinco meses del año, hemos sido testigos de un volumen importante de operaciones en el mercado, sobre todo en los sectores de energía, infraestructuras e inmobiliario.

El mercado español continúa despertando un gran interés de los fondos extranjeros, que están protagonizando algunas de las operaciones más relevantes del mercado y para los que España se ha convertido en uno de los destinos de inversión más atractivos de Europa.

Además, también estamos asistiendo a un incremento relevante de transacciones llevadas a cabo por empresas españolas en el extranjero. En particular, en el despacho estamos viendo un auge de operaciones en Latinoamérica, fundamentalmente en los sectores de energía e infraestructuras.

Si 2016 fue un año muy positivo desde el punto de vista transaccional en España, todo parece indicar que 2017 va a continuar bajo una misma tendencia de crecimiento.

 

Tiene usted una dilatada experiencia en los sectores de energía e infraestructuras. ¿Cómo ha influido la regulación nacional a la inversión en estos sectores a lo largo del tiempo? ¿Se ha endurecido o se ha flexibilizado la misma?

En el sector de la energía, desde la completa reforma que se llevó a cabo en el año 2013, se ha creado un marco regulatorio que ha sido muy bien acogido por los inversores y que se ha percibido como estable, siendo un sector en el que llevamos unos años de gran actividad.

Por lo que respecta al sector eléctrico y, en particular, a las energías renovables, esta tendencia se ha confirmado por el éxito que ha tenido la subasta de los 3.000 MW realizada el pasado mes de mayo, en la que se han asignado los 3.000 MW ofertados a empresas que solicitaron la adjudicación de bloques de potencia con el máximo descuento permitido por las reglas de la subasta; lo que supone que los proyectos que se ejecuten no percibirán en principio retribución regulada adicional a los ingresos que perciban por la venta de la electricidad generada en el mercado.

De acuerdo con la información publicada por el Ministerio de Industria, Energía y Agenda Digital, a la vista de las ofertas presentadas en esta subasta, se ha advertido la existencia de un importante volumen de potencia de tecnologías eólica y fotovoltaica susceptible de desarrollarse sin suponer un coste para el sistema eléctrico, motivo por el cual el Gobierno ha anunciado la celebración de una nueva subasta para la adjudicación 3.000 MW adicionales, que se celebrará previsiblemente antes de verano.

En mi opinión, esta presión competitiva en las ofertas presentadas se debe al hecho de que el actual marco regulatorio incluye un mecanismo de ajuste en caso de que el precio medio del mercado se desvíe respecto de las estimaciones realizadas de antemano por el Gobierno que, en la práctica e incluso para aquellos proyectos que no reciban retribución regulada, asegura un nivel de protección mínimo que puede favorecer la financiación de estos proyectos. Además se está produciendo desde hace años un fuerte ajuste de precios en toda la cadena de valor de los proyectos renovables, lo que permite a los inversores obtener rentabilidades atractivas en este nuevo entorno de precios.

Cabe destacar también el aumento de las operaciones en el sector gasista, con operaciones muy importantes como la venta de Redexis por parte de Morgan Stanley a unos fondos de pensiones europeos o la venta de Naturgás por EDP a un consorcio de inversores. Se trata de un sector altamente regulado, que otorga a los inversores flujos de caja relativamente estables.

En tema de infraestructuras observamos que poco a poco se está reactivando el sector, retomando proyectos como el Hospital de Toledo o nuevos tramos de AVE. Como novedades en temas de legislación, señalar que sigue pendiente de aprobación el Proyecto de Ley de Contratos del Sector Público, por la que se transponen las Directivas europeas de contratación pública de 2014.

 

Dentro de estos dos sectores, ¿qué tipo de activos o compañías despiertan actualmente un mayor interés para inversores nacionales e internacionales? ¿Por qué?

En el sector eléctrico, recientemente hemos visto numerosas operaciones que tienen como protagonistas a fondos de inversión internacionales que se han hecho con grandes carteras de activos de renovables (en muchos casos activos de diferentes tecnologías, tamaños y situados en distintas áreas geográficas, tanto en España como en el extranjero) con el objetivo de aumentar su valor y rentabilidad.

En España, a la adquisición de activos renovables en operación, hay que sumar ahora la gran oportunidad de inversión que se presenta en proyectos greenfield o en desarrollo, principalmente gracias a las subastas que mencionaba anteriormente, aunque en el despacho estamos viendo también gran interés en operaciones al margen de la subasta, con estructuras basadas en PPAs lo que ofrece también grandes y nuevas oportunidades en el sector.

Como adelantaba, muy relevantes están siendo las operaciones relacionadas con la red de distribución de gas, tendencia que parece mantenerse ya que hay noticias en el mercado sobre empresas como Gas Natural, que estarían analizando la opción de vender sus filiales distribuidoras gasistas.

En el sector infraestructuras, estamos asistiendo a una entrada importante de fondos internacionales, que centran sus inversiones en activos en operación capaces de proporcionarles cash flows estables y predecibles.

 

En España se producen muchas financiaciones y refinanciaciones de activos energéticos, especialmente en el sector de las energías renovables. ¿Por qué sucede de manera tan abundante y continuada en este segmento del mercado energético?

La profunda reforma del sector eléctrico en el año 2013 tuvo un gran impacto en el sector de las renovables, reduciendo y sobre todo, modificando la retribución de los proyectos, consecuencia de ello, comenzó una oleada de refinanciaciones y restructuraciones que ha marcado el devenir del sector en los últimos años, con el fin de adaptar las financiaciones de los proyectos y el ritmo de repago de las mismas al nuevo marco regulatorio y así otorgarles viabilidad financiera.

Lo cierto es que WFW anticipó esta tendencia del mercado español y ello es lo que nos ha permitido posicionarnos tan bien en el mismo y poder acompañar a una gran variedad de clientes en este proceso de refinanciaciones que, como digo, ha sido la tónica dominante en el sector hasta el año pasado. Incluso este año seguimos asesorando en algunas refinanciaciones que todavía siguen pendientes y que entendemos que serán ya las últimas en el sector provocadas por el cambio regulatorio.

Por lo que respecta a la situación actual, una vez que los proyectos en operación ya han sido refinanciados y teniendo en cuenta que, como comentaba antes, los inversores y financiadores (tanto nacionales como internacionales) perciben el actual marco regulatorio como estable, se prevé una nueva etapa de financiaciones para la construcción y explotación de proyectos de energía renovables.

Estas nuevas financiaciones estarán marcadas por tener por objeto activos a priori sin retribución regulada, tanto los adjudicatarios de las subastas como otros que se desarrollen al margen de las mismas.

 

Muchas de estas financiaciones o refinanciaciones se producen bajo un esquema Project Finance. ¿Por qué? ¿Qué ventajas y desventajas tiene esta modalidad de financiación para los desarrolladores de los activos energéticos? ¿Y para las entidades financiadoras?

Así es, prácticamente la totalidad de ellos se han financiado históricamente bajo la modalidad de Project Finance y lo mismo está pasando con las nuevas financiaciones. El motivo, fundamentalmente, es que, una vez que los proyectos ya están en operación, se trata de un sector en el que es fácil estimar los flujos de caja generados periódicamente por los mismos (asumiendo, claro, un marco regulatorio estable), así como los costes asociados a la producción de la energía (entre otros y fundamentalmente, los de operación y mantenimiento de las plantas). En consecuencia, es posible obtener una estimación de los flujos de caja del proyecto durante toda la vida de la financiación (que serán, además, estables durante todos los años) y, con base en ello, diseñar un calendario de amortización de la deuda financiera acorde con dichos flujos de caja.

Ahora el principal reto en el ámbito de las financiaciones estructuradas deriva de la necesidad de estructurar este esquema para proyectos cuya remuneración viene del pool y no recibirán retribución regulada y para aquellos cuyos ingresos provengan de un PPA.

Las ventajas del Project Finance son, fundamentalmente, que se aísla el riesgo del proyecto en la SPV titularidad del mismo, cuya única actividad es precisamente la explotación del proyecto, y que, como norma general, repagará la deuda financiera exclusivamente con los flujos de caja generados por el proyecto. Ello se traduce, para los sponsors, en que cada proyecto que desarrollen estará aislado y los riesgos de uno no contaminarán al resto de proyectos de su cartera ni a las demás sociedades de su grupo. Ventaja también que aplica a los financiadores, que no verán perjudicado un proyecto por la mala marcha de otros y que identificarán fácilmente los riesgos del proyecto financiado. Todo ello sin perjuicio de que en muchos casos se pactan obligaciones de los socios de la SPV o de otras sociedades de su grupo de aportar fondos al proyecto ante la materialización, por ejemplo, de determinadas contingencias, lo cual representa la excepción a la norma general del Project Finance descrita antes.

La principal desventaja para los financiadores, tal y como ha demostrado la reciente experiencia, es que, al ser un sector muy regulado, está expuesto al riesgo del cambio regulatorio que, si se produce y afecta negativamente a los flujos de caja del proyecto (ya sea por la reducción de los ingresos o el incremento de los gastos), hará necesaria una reestructuración financiera para adaptar la financiación al nuevo marco regulatorio.

 

INTERVIEW: DARÍO LAGUADO GIRALDO – BRIGARD & URRUTIA ABOGADOS

Darío Laguado Giraldo

Partner at 
Brigard & Urrutia Abogados

 

How would you describe the mergers and acquisitions activity in Latin America for the first 5 months of the year? And in Colombia?

Generally speaking, and observing the trends in the medium term, the M&A activity in Colombia and the region has experienced an important growth in the past years. In Colombia, the first months of 2017 seem to correspond to what one could denominate a preparation period. That is, we perceived a number of transactions in an early planning and preparation phase. Even though there are many variables contributing to this situation, our general reading is that certain uncertainties that were prominent last year (mainly the peace treaty and the tax reform)have now come to resolution. Many of these transactions are already advancing and we are expecting an important acceleration for the second semester of the year.

 

As a mergers and acquisitions expert, which sector of the Latin-American economy do you thing are more interesting for regional and/or foreign?And in the case of Colombian Economy?

There are several sectors of the economy that raise the interest of regional and foreign investors. Historically, investors have expressed their interest in large infrastructure assets, telecommunications, oil and gas and the financial sectors. In this context, we have recently seen increasing interest in the insurance industry and a re-awakening of the oil and gas industry. Furthermore, project M&A is also rising since 4G infrastructure projects are attracting investors that seek to participate in projects that have already been adjudicated.

Notwithstanding the above, we are currently navigating a new M&A wave in which, among others, it is worth highlighting four big trends that have broadened the scope in this area. On the one hand, there is increasing interest in consumer goods,which is correlated with the growth of the middle class and the disposable income of the population. Several industries can be included in this trend, among which we find the health industry, covering all the productive chain, from healthcare providers, to drugstores and pharmacies. Something similar is happening in the food industry, where vertical integration and aggregation seem to be a big trend. Lastly, we have seen general interest in consumer goods,including an assortment of industries like fitness centers, clothing and accessories, and pet food, among others.

On the other hand, private equity funds have become an important driving force for M&A activity. There is currently a good number of local and foreign funds in Colombia, investing in companies ofdifferent sizes andin multiple industries. Another important trend is related to “multilatinas”, which are currently very active in the region. In Colombia, we have somesalient examples of companies that have made important acquisitions in other countries in the region and have become regional and even global players competing with some of the main actors world-wide.We have seen this in the financial industry,in the insurance and pensions industry, in infrastructure and in the food industry. Lastly, we are noticing an increase in thedomestic market, with transactions in which both parties are essentially local without any involvement of foreign investors.

 

Do you believe the Colombian M&A market has growth potential as currently structured, or do you think reforms are necessary to increase development?

I have no doubt of the potential for growth of the Colombian market. In the last years, several legal reforms have been enacted to favor the M&A activity, such as reforms in the private equity sector, reforms lifting restrictions for financial entities to grant loans for the acquisition of companies, and, in general, reforms that facilitate business in the country.

In general terms, there are no barriers to enter the M&A market.   Except for a very few exceptions, there are no nationality requirements in connection with the property or management of local companies. Also, except for someregulated industries, there are no minimum capital rules, restrictions to the repatriation of capital or governmental authorizations to conduct business or acquire a company.

All in all, even though there are legal adjustments that may be desirable, the legal infrastructure in Colombia is friendly to foreign investment and, particularly, the M&A activity.

 

You worked for three years as an M&A advisor in New York. Are there differences when approaching operations between Latin-American and USA companies? What about the advice offered? 

Markets are more intensely interconnected than ever, which explains why the U.S. M&A technique has been transplanted to Latin America. This is reflected in the fact that the procedures and the legal documents used in the region are very similar to those used in the U.S. and, in general, other jurisdictions that are more active in M&A. This includes, for example, the legal due diligence process,where there are no major differences. Something similar can be said about the agreements used to implement a transaction, like the share purchase agreement or the shareholders’ agreement. A foreign investor can expect these documents to be assembled similarly, and to regulate essentially the same issues that such investor would find in a jurisdiction like the state of New York (adjusted, of course, to local regulations).

Having said that, it is also true that there are subtle but important differences in the advice given to Latin American companies in M&A transactions. A lot of companies in the region are family businesses, so it is reasonable to expect more participation from the family members in the fundamental decisions, and that the negotiation process be more personal and, sometimes, more intense. Also, concepts or figures that are standard in other jurisdictions may be inadequate for local companies,demanding advisors to “translate” them to fit the local context, and a good doses of creativity to achieve the same results through the appropriate means in the relevant jurisdiction.  Lastly, size is a determining factor. Transactions in Latin America tend to be smaller, which curiously does not imply they are simpler; quite the opposite these transactions maybe more complex since issues that could be irrelevant in a larger operation may become material or even deal breakers.

Undoubtfully, all of the above demands knowing the idiosyncrasy of the relevant country and the particularities of the local actors participating in the transaction.

 

Speaking of the United States, how do you think Trump’s protectionist approach before Latin America may affect the regional market?

It is still too soon to know how the “Trump effect” will affect the M&A market in Latin America. Without question, his protectionist policies demand prudence from investors. Nonetheless, except perhaps for Mexico, Latin America does not seem to be high enough in Trump’s political agenda and there are valid reasons to think that the business logic will prevail and that the region will continue to attract investors from the United States.  In fact, in a recent trip to Mexico, colleagues from other firms mentioned to me that even though there was anxiety during the first two months of the year, the markets reacted quickly and currently the M&A activity in Mexico does not seem to have been affected by Trump´s policies.

The negative effects, if any, may be compensated with investment from other countries (apart from countries that have traditionally set eyes in the region, China has given clear signs of interest and it seems like it is only a matter of time before it becomes an important actor), and by the strengthening of the local and regional markets.

ENTREVISTA CON IKER ARRIOLA – WHITE & CASE MÉXICO

Iker Arriola

Sócio Ejecutivo en 
White & Case México

 

  1. Arriola, el pasado año a estas alturas ya nos brindó su opinión sobre la situación del mercado transaccional mexicano en el ámbito de M&A. Un año más tarde ¿considera qué se han percibido cambios en su comportamiento? De ser así, ¿Qué cree que los ha motivado?

Sin duda, este año ha habido un cambio frente al año pasado. Por ejemplo algunos estudios reportaron que en 2016 el área de M&A cayó en su nivel más bajo en la última década en Latinoamérica de acuerdo a A.T. Kearney, que también señala que en lo que va del 2017 se han anunciado transacciones valuadas en 3,900 millones de dólares en la región, en bienes de consumo y retail, que de ser aprobadas, representarían 45% del valor total de las transacciones del 2016.

El tema de la incertidumbre que en ese momento enfrentábamos alrededor de la elección del presidente de Estados Unidos ya pasó; también hubo una fuerte presión frente a la moneda mexicana y a su vez hubo un regreso de estabilidad respecto a la misma, aunque quedó en márgenes que siguen siendo un factor de evaluación particularmente si se compara con el valor del peso cuando la actual administración mexicana llegó al gobierno. No obstante, también ha habido más certidumbre en otros aspectos que le dan mayor estabilidad como es una agenda ya definida y un calendario más o menos identificado de lo que sería la renovación del Tratado de Libre Comercio. Por el momento no parece ser una renegociación que amenace a México, como amenazaba desde un principio el presidente Trump, más bien parece una modernización del TLC actual. En ese proceso, México también se ha asentado en cuanto a su estrategia de negociación se refiere. Creo que el Gobierno de México tiene una estrategia ya definida y bien acompañada del empresariado mexicano de cómo negociar y todo esto le ha dado un empuje adicional a las operaciones de M&A.

Hoy día vemos ya en fila algunas operaciones que están en proceso de concretarse en este ámbito. Nosotros ya estamos retomando algunas operaciones que, o estaban detenidas, o estaban en revisión y que han tomado fuerza. Estamos viendo principalmente que el sector de gas y petróleo sigue siendo una de las áreas con mayor dinamismo en operaciones de M&A sobre todo en temas de alianzas, desarrollo y compra-venta de activos estratégicos.

 

  1. En cuanto a la tendencia que han manifestado las transacciones registradas en M&A en lo que llevamos de año, en comparación con las cifras de este mismo periodo en 2016, observamos que se mantiene el ritmo de operaciones pese a las predicciones que auguraban un empeoramiento de la relación con UE tras la elección de Trump. ¿Considera que actualmente el mercado mexicano ha logrado la consolidación suficiente como para no verse demasiado afectado por este tipo de factores?

No creo que la relación de Estados Unidos – Unión Europea necesariamente afecte de manera directa a México, aunque probablemente de manera indirecta sí. El contexto mundial varía y va cambiando, al final del día es una economía globalizada, pero francamente no creo que las transacciones que vemos de M&A en México este año tengan como origen necesario e indispensable la nueva EEUUA– Unión Europea.

 

  1. Siendo una de las áreas en las que habitualmente opera el sector financiero, a lo largo de 2017 éste se ha definido como uno de los sectores que más ha incrementado su actividad respecto al año anterior. ¿Podría darnos su opinión sobre qué circunstancias han influido para esta evolución?  

No veo un cambio impactante en la actividad del sector financiero. Hay algunos reacomodos y operaciones de financiamiento interesantes, pero no ha habido movimientos espectaculares. En el sector de los mercados de capitales vemos que llevan un ritmo ordinario, pero tampoco vemos que el sector financiero vaya a ser el boom. Definitivamente la parte de FinTech ha hecho desde el punto de vista de conversación en el sector financiero algo de interés, sobre todo porque la ley está a punto de ser finalizada por la Secretaría de Hacienda y enviada al Congreso.

Pero no vemos mayores cambios en este sector en actividades de financiamientos y menos en temas de grandes fusiones entre bancos o entre entidades financieras.

 

  1. En relación al mercado de Venture Capital también se han registrado datos muy positivos para las compañías mexicanas. ¿Cree que el 2017 será el punto de partida para una nueva tendencia en este escenario? ¿Cuáles cree qué son las causas de que haya aumentado el interés de los inversores en empresas de reciente creación?

En los últimos años hemos visto que el origen del fondeo de las operaciones de adquisiciones ha variado muchísimo. En los fondos de Private Equity, los fondos de Venture Capital, los Hedge Funds se están moviendo a actuar cada vez más como a jugadores en el ámbito de las inversiones en compañías privadas. Pero tampoco creo que hoy el venture capital sea la solución o la industria que le dé el dinamismo a las compañías mexicanas.

Sí se han formado algunos grupos de venture capital que están haciendo inversiones inteligentes en empresas de nueva creación que parecen interesantes, pero no creemos tampoco que por el momento sea una industria que le dé necesariamente absoluto dinamismo a las compañías mexicanas.

Particularmente en el sector de las tecnologías hay cierto movimiento: como mencioné anteriormente en FinTech ha habido algunas inversiones interesantes, pero de ninguna manera en las dimensiones en las que en otras jurisdicciones se ve tratándose de empresas de nueva creación, de empresas tecnológicas, empresas de servicios o empresas en los servicios financieros.

Considero que esta industria seguirá con una tendencia de mayor presencia en 2017, pero no necesariamente representará un gran impacto.  Por lo menos, por el momento.